martes, 8 de diciembre de 2009

Bienvenidos

A los hijos del rocanrol...

Bienvenidos.



Los primeros años de los 80s son también los primeros años de mi vida consiente. En aquella época vi por primera vez una película de Star Wars, fue también cuando decidí que no me gustaban la ropa con botones y por último, cuando mis gustos musicales comenzaron a formarse. Aquellos años en los 80s.

Sin duda de esa maravillosa época tengo cientos, o más bien cientos de miles de recuerdos. Pero uno de los más fuertes, recurrentes e importantes para mí, está ligada a esta canción (y a algunas más).

Y es que, cuando tenía entre 5 y 8 años, las noches de los viernes normalmente estaban destinadas a convivir con mi familia. Desde las 7 de la noche que llegaba mi papá, nos reuniamos en la sala mí hermano, mi mamá, mi papá y yo. Lo realmente distinto de esto era la forma en que convivíamos: escuchando música.

-Para que se eduquen.
Esa era la frase que decía mi papá justo cuando mi hermano y yo nos sentábamos en aquel sillón de madera colonial con colchones tapizados a cuadrícula verde y bajo la luz de la lámpara esférica de vidrio azul, mientras él sacaba algún disco de su gran colección de acetatos y lo ponía en el tocadiscos.

Y así, mientras mi mamá hacía sandwiches de tocino, hotcakes, panecitos o, en ocasiones especiales, brownies, los tres hombres nos pasábamos horas escuchando música y platicando.

Ahora, no caiga usted estimado lector, en la equivocación de creer que la música era clásica, de cámara, barroca o si quiera de grandes bandas. No, si todo lo contrario, mi papá nos educaba, y aún lo hace, para apreciar la buena música sin importar de donde venía. Música con grandes arreglos, con armonías, con solos de guitarra y especialmente con bajo protagonista y sección de metales impresionantes.

Entre sus favoritos (de los cuales algunos también son míos) estaban Tower of Power y Earth Wind & Fire. Aunque también se unían a la lista Chicago, los Beatles, Chuck Mangonie y por supuesto, Miguel Ríos y su Bienvenidos. Todo eso y mucho más, lo escuchamos los tres cada viernes durante muchos años; algunas veces sentados, otras brincando de sillón a sillón y muchas otras incluso haciendo guitarrita de aire.

Fue tanto el éxito de aquella frase "para que se eduquen", que incluso más adelante entrados ya en la adolescencia, tuvimos más sesiones con clásicos de Woodstock, bandas sicodélicas y hasta menciones del Festival de Rock y Ruedas de Avándaro, pero esta vez con mis mejores amigos como invitados. Y a la fecha lo recordamos, y recordamos como nos educaron.

Por eso, si escucho esta canción pienso en esos días, en esas sesiones, en la guitarrita de aire y en mi casa de Valle Dorado pero sobre todo, pienso en mi papá y como yo soy un hijo del rocanrol gracias a él, y como él también lo es.

Por eso...

A los hijos del rocanrol...
Bienvenidos.


Playlist: Mi vida
Track: Bienvenidos
Género: Guitarrita de aire infantil
Época: Viernes en la noche, allá en los 80s
[PLAY]

viernes, 4 de diciembre de 2009

When I come Around.

"No time to search the world around
Cause you know where I'll be found
When I come around"


When I come Around
Green Day



Debió ser en la prepa cuando descubrí a Green day. Esa banda precursora de lo que ahora se llama Happy Punk y que en los 90's y principio de los 2000's, como alternativa al Grunge, llegó a ser realmente popular entre los adolescentes skates, punkers, grafifiteros y demás.

Esa época para mí fue complicada pero divertida. En busca de un ¿quién soy yo? constante, pasé de un estado de ánimo a otro. De un grupo social en mi prepa a otro en la calle a otro en el mundo. Rockstar a cuasi-jock a patineto a geek a "darketo"... De todo un poco en apenas un par de años. Y como siempre, la música me acompañó en ese ir y venir de la vida de un adolescente.

Junto con el happy punk de Green Day que llegó a mi discman, llegaron muchas cosas a mi vida que aún hoy siguen definiéndome como individuo. Pero el camino no fue rápido aunque si natural. Una patineta Vision Animal Skin, después una Powell Peralta. Los vans o los convers en lugar de las botas de casquillo. Los pantalones khaki, grises u olivo en lugar de los jeans rotos. Los shorts de cuadros y sobre todo los sweaters verde olivo, grises o cafés con rallas, rombos o cuadros con playeras blancas.

También me trajo el buscar qué hay más allá de la vida del suburbio. El qué sucede al caer la noche en las calles. El no pasa nada malo por sentarte en la banqueta con dos cahuamas y un amigo después de haber estado toda la tarde por aquí y por allá, patinando. Intentando sacar un flip, luego un 360, derrapando y brincando con tu tabla.

Mi primo Fzz y nuestro amigo Shepard, al igual que When I come around, fueron parte de la patineta y el espíritu vagabundo de la calle. Y tiempo después, cuando Fzz y yo nos unimos a Rafa R para fundar Mantram (nuestra banda de rock), fue también When I come Around la que marcaría el final de nuestros sueños de rockstar al querer nosotros dos tocar más punk/rock/grunge y Rafa, nuestro baterista, obsesionarse con el Speed/Trass/Death metal. Y una vez más, cuando las cosas lleguen a su lugar, ya sabes donde estaré.

When I come around llega a mi vida como un soplo de "que No importe quién esté a tu alrdedor; dónde estás; qué haces; ni cómo te vistes. Llega como un impulso de sé tú mismo y ya no te preocupes por a dónde perteneces, cuando las cosas tomen rumbo, cuando las cosas caigan por su propio peso, tú estarás en el lugar al que perteneces y puedes estar seguro de que será un buen lugar.

Por eso mi interpretación de "no intentes buscarme en todo el mundo o en cualquier lado. Cuando las cosas dejen de moverse ya sabes dónde estaré. Y además ahí estaré siempre... "

Playlist: Mi vida
Track: 2 When I come around
Género: La calle, la tabla y los sweaters
Época: Fue la prepa pero fue más que eso
[PLAY]