Mira-lá
Mira-lá
Miralaaaaaa....
La puerta de Alcalá.
¿Por qué he elegido esta canción para ser el primer post real de este mi nuevo blog?
La verdad es que en realidad toda la idea de este blog nació a partir del simple hecho de que cada vez que escuchaba esta canción me venían a la menta recuerdos fijos y muy claros.
Comencemos pues...
Era el verano de 1987.
Desde mucho antes de ese verano había escuchado relatos de un campamento de verano al que mi papá tenía ilusión de que asistiera cuando tuviera la edad suficiente. Y tras una larga espera, en este año, por fin la tuve. 10 años cumplidos y por fin, al curso de verano.
Unos días antes, junto con mi hermano y mis papás fui por mi uniforme para el esperado curso. Pants verdes "como de escuela" (así dijo mi papa desilusionado al saber el color pues de ese color era también mi uniforme escolar), shorts, playera blanca y algunas otras cosas. Todas con la imagen de la mascota del curso de verano, y en letra cursiva el nombre del campamento: Camp '87.
De lunes a sábado a las 6:50am pasaba por mí el camión. Todos los días puntualmente en la esquina de mi calle pasaba por mí. Como encargada del autobuús estaba un consejera que si mal no recuerdo, se llamaba Yaniré (o algo así). Y todas las mañanas, tras subir al camión comenzaba mi aventura en el Camp.
Juegos, taller de artes plásticas (y yo que pensaba que sería artista), taller de teatro guiñol (demasiado penoso para actuar en una obra de teatro), basketball (o deporte ráfaga como bien dijo mi tío Barney), ping-pong, donas de mocha y libertad, mucha libertad (y sin adultos) por primera vez en mi vida. Fue un verano increíble, desde que salía de mi casa, hasta que llegaba en la noche cansado de tanto correr, reir y divertirme.
Pero, ¿y qué es lo que recuerdo de la Puerta de Alcalá?
Muchas imágenes... no tenía ni idea de qué o dónde estaba la mentada puerta, pero si que en ese entonces todos tenían una opinión sobre la canción.
Mis tías, en ese entonces seguramente estudiantes de preparatoria o universidad, la amaban.
Mi papá (amante del Jazz y del rock "de verdad") no podía opinar más que que era música mala con letra tonta.
Mi mamá no la aguantaba porque se repetía la misma cantaleta una y otra vez en todas las estaciones de radio, en los centros comerciales, en las tiendas de discos... mirala mirala mirala mirala mirala mirala mirala hasta el cansancio.
Y a mí, yo creo que me gustaba. Por la simple razón de que le gustaba a los demás niños que estuvimos en el camp. Tenía 10 años y poco sabía yo de música, de moda, de calidad, de letras o si quiera de la vida. Pero, ¿y eso importaba?
Me recuerdo caminando por el estacionamiento de grava roja, atrás de lo que solía llamarse "el granero", platicando con un tipo un par de años mayor que yo que creo que se llamaba Victor, y tratando de brincar, entre caídas y risa, en una de esas Pogo-ball (que no era sino una pelota de hule metida en una dona) de color morado; Y al igual que por cientos de años, ahí estaba y aún ahí está: La puerta de Alcalá.
Por cierto, del travesti perdido, del guardia pendenciero, de los pelos colorados, de las chichetas en los cueros, de los rockeros insurgentes, modernos complacientes, poetas y colgados y de los aires de libertad... de ellos no recuerdo nada.
Playlist: Mi vida
Track: 1 La Puerta de Alcalá
Género: Miralá miralá miraláaaa
Época: 80's
[PLAY]
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